Nota introductoria
Aunque fue el gran competidor del teatro de sombras y casi
el causante de su completa desaparición, el cine griego, en sus comienzos, vio
en el Karaguiozis, a pesar de todo, una de sus principales fuentes de
inspiración. Este jugó un papel fundamental en sus inicios y dio la oportunidad
para revelar su talento a grandes actores (Gkionakis, Beggos, Logothetidis,
etc.), que representaron en el cine el prototipo de personaje del teatro de
sombras. Películas como “Manitas y manazas” (Politenitis y erimospitis) pueden ser
consideradas como continuación del Karaguiozis con “seres vivos” (Thanasis Vengos).
De igual manera, la vida de los
Karaguiosopektes inspiró otras películas como “El
maltratado de la vida” (O adikimenos tis zoís) (1959), “El fugitivo” (O
drapetis) (1991) [Véase al respecto: Ananidis, Andreas,
Del
Karaguiosis a Vengos.
Estudio de la influencia del teatro de sombras en
la comedia cinematográfica de Grecia durante el período 1950-1969, Atenas, Ediciones Aigokeros,
2007].
En la actualidad el cine griego utiliza como
material de archivo el teatro de sombras, dado que incluye en los guiones de
las películas las representaciones de este género popular que se hacían en esta
época: “Alejandro Magno” (1960) de G. Zervulakos, películas producidas por
Ioannidis Films con comedias clásicas [“Karaguiozis” (1962), “Lisístrata” de G.
Zervulakos (1974), “Terirem” de A. Doksiadis (1992),] etc.
El teatro
de sombras se encuentra también como material de archivo en varios documentales
que incluyeron su temática. Entre tanto continúa siendo hasta hoy una fuente de
inspiración para los artistas más jóvenes muchos de los cuales proceden de las
filas de los escolares griegos.