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Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas

Centro mixto de la Universidad de Granada

UGR

Prólogo

Este diccionario tiene como objetivo facilitar al usuario información básica sobre la terminología religiosa de la Iglesia Ortodoxa Griega.

El método de trabajo seguido ha sido:

  1. el estudio de la teoría y de la práctica de la tradición cristiana
  2. la localización y selección de los términos más usados en la Iglesia Griega Ortodoxa
  3. el estudio e interpretación de los términos seleccionados
  4. el traslado de los términos a la lengua española.

Al ser un campo tan específico y debido a las numerosas particularidades que contiene toda práctica religiosa, la tarea no siempre ha sido fácil. En numerosas ocasiones, la imposibilidad de encontrar los términos correspondientes en español nos ha obligado a proponer neologismos basados en la trascripción fonética del griego, acompañados de textos explicativos:

Ριπίδιο(ν), τό [ripíδio(n)] Ripídio*. Abanico que utilizaba el diácono para ahuyentar los insectos que volaban sobre el cáliz. Posteriormente fue sustituido por los Ἑξαπτέρυγα.
En concreto, las dificultades se han solucionado de la siguiente manera:

  1. Dado que numerosos términos, no exclusivamente religiosos, han sido transcritos con anterioridad según la pronunciación erasmiana y no la neogriega, el neologismo que se propone para los términos más antiguos, ha seguido la normativa fijada por M. Fernández- Galiano:  Μεθέορτη, ἡ [meθéorti] Meteorte*. En cambio, respetamos la fonética neogriega para los términos de tipo más coloquial y de más reciente aparición: Ἀρχοντάρης, ὁ [arxondáris] Arcontaris*. Monje encargado del Ἀρχονταρίκι. Si el neologismo propuesto  no corresponde a la estética de la lengua española y si el término por traducir  dispone de un sinónimo, se remite al sinónimo.
  2. Ante el problema de los términos ya transcritos de distintas formas y sin ninguna unidad de criterio, tipo  Ἀκάθιστος Ὕμνος, que se puede encontrar como Himno Acathistos, Akathistos o Acatisto, hemos preferido mantener también la normativa de Manuel Fernández Galiano, convirtiendo la -κ- en -c- y la -θ- en -t- y quitando la -s final (=Acátisto).
  3. Se ha optado por reflejar la dualidad existente en numerosos términos cuando ésta es consecuencia de las vicisitudes de la historia de la lengua griega. Por ejemplo:
        - la antigua -ν- final del nominativo singular de los nombres neutros y del acusativo singular de los masculinos y femeninos ­-que ha desaparecido en griego moderno, pero se sigue usando en el lenguaje eclesiástico- se pone entre paréntesis con el fin de indicar este doble uso: Δισκάριο(ν),
        - en las desinencias antiguas que por la misma razón coexisten (en el lenguaje eclesiástico) con las neogriegas: Θεομητορικαί/ές ἑορταί/ές. Πατήρ /Πατέρας,
        - en el nominativo plural de los artículos femeninos, reflejando primero la forma antigua αἱ y la neogriega οἱ. Ἀκίνηται/ες ἑορταί/ές, αἱ, οἱ.
  4. Εn los términos griegos que se encuentran ya transcritos en la bibliografía en lengua española (o en parte de ella), pese al hecho de disponer el español de los términos correspondientes, hemos considerado oportuno reflejar la dualidad existente: Θεοτόκος, ἡ [θeotókos] Teotoco, Deípara.

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